
25 Ene La gingivitis, un riesgo para la embarazada
Durante la gestación, la salud bucodental de la mujer puede empeorar, aunque no afecta a todas las embarazadas por igual. Los cambios hormonales predisponen a la aparición de problemas dentales como la caries, la gingivitis y otras formas más severas de la enfermedad periodontal. Por eso, es tan importante en este periodo cuidar bien la boca y extremar las medidas de prevención.
La gingivitis gestacional, una de las afecciones más frecuentes, dificulta la respuesta ante las bacterias y facilita la formación de la placa bacteriana. Las encías se inflaman y sangran por la acumulación de placa, síntomas muy comunes en el transcurso del embarazo. Este trastorno se puede presentar durante los nueve meses de gestación y desaparece una vez la madre da a luz.
La gingivitis puede empeorar por factores de la gestación como la actividad de las hormonas, el aumento del flujo sanguíneo para enviar alimento al feto y los ácidos de los vómitos de los primeros meses.
Una gingivitis no controlada puede evolucionar fácilmente en una fase más grave de la enfermedad: la periodontitis. Los tejidos de apoyo de los dientes se deterioran y esto puede provocar la caída de alguna pieza. También puede afectar a la salud del bebé, repercutir en su bajo peso y causar un parto prematuro.
¿La mujer embarazada puede ir al dentista?
Las visitas en la clínica dental son indispensables, incluso, desde el momento que la mujer planifica tener un hijo. Un embarazo no tiene por qué costar la pérdida de un diente. Durante la gestación, más que nunca, hay que mantener una buena higiene oral, alimentarse sano y cumplir con las visitas con el dentista. Es muy conveniente efectuarse revisiones dentales y limpiezas profesionales.
Para los tratamientos es más recomendable elegir el segundo trimestre, porque es cuando el feto ya tiene todos sus órganos formados. Además de las limpiezas bucodentales y del tratamiento de una caries si se debe extraer una muela o realizar una endodoncia, puede llevarse a cabo.
No obstante, desde el primer momento la mujer tiene que informar de su embarazo en la clínica para elegir técnicas alternativas y evitar exponerse a las radiografías.
¿Qué otras afecciones pueden aparecer?
Durante el embarazo también se modifica la composición de la saliva y se produce menos cantidad. Esto provocará que la mujer padezca xerostomía o boca-seca, así como una halitosis pasajera. Este trastorno puede combatirse con remedios como los chicles sin azúcar y los colutorios naturales, además de beber más agua.
Las aftas bucales son otra de las alteraciones durante la gestación. Pueden formarse por los cambios hormonales, el estrés, una bajada de defensas… Si las lesiones no desaparecen en una o dos semanas, será necesario que las examine el odontólogo.
La caries y la sensibilidad dental también afectan a las embarazadas. Hay que ser más rigurosas con la higiene dental y la alimentación para reducir el riesgo de su aparición.
¿Se pueden aplicar anestésicos locales?
Durante el segundo trimestre del embarazo, si el odontólogo necesita efectuar una pequeña cirugía (extraer un flemón) puede suministrar una dosis baja de anestesia local a la paciente. También le puede prescribir determinados antibióticos, analgésicos o antiinflamatorios en caso necesario.
Si estás a punto de ser madre, no olvides que una boca sana te ayudará a tener un bebé sano.