
10 Ene Muéstrame los dientes y te diré si eres intolerante al gluten
La celiaquía es una enfermedad del sistema digestivo que se manifiesta con dolor abdominal, inflamación, diarrea, estreñimiento, pérdida de peso y, en los niños, con un retraso en el crecimiento. Esta intolerancia al gluten, una proteína presente en muchos cereales, también tiene efectos en la salud bucodental.
Alrededor de un 75% de las personas afectadas de celiaquía no están diagnosticadas, pero una visita al dentista también les puede ayudar a descubrir si sufren este trastorno. Algunas alteraciones en los dientes o en las encías pueden contribuir a una detección temprana de la celiaquía. Desde el Centre Dental Parc del Nord os indicamos qué síntomas pueden servir de alerta.
¿Qué señales de la enfermedad encontramos en la salud bucodental?
- Decoloración del esmalte dental. Los dientes tienen una apariencia traslúcida, pierden la brillantez y/o presentan manchas amarillas o marrones. Además, su aspecto tampoco es homogéneo. Es más habitual que estos defectos en el esmalte aparezcan en los dientes de leche, por eso es importante una revisión de control del odontopediatra.
- Llagas bucales frecuentes. Las personas con intolerancia al gluten sufren a menudo llagas en la boca. Aparecen y desaparecen de manera recurrente y son muy molestas. Esto es debido, con probabilidad, a tener déficits de absorción de hierro, zinc, ácido fólico y vitamina B12. Con una dieta sin gluten se reduce esta afectación de úlceras.
- Boca seca. La enfermedad celiaca hace que el organismo genere menos saliva y esto provoca más sequedad bucal y más posibilidades de sufrir mal aliento o halitosis.
- Aumento de la caries. Uno de los rasgos característicos de la intolerancia al gluten es la carencia de mineralización y la poca producción salival, de forma que los dientes quedan desprotegidos. En los celiacos detectamos, por lo tanto, más alta incidencia de caries y enfermedad de encías.
- Los dientes salen más tarde. La celiaquía puede causar un retraso en la erupción de los dientes definitivos o hacer que salgan de manera asimétrica. Los niños celiacos con estas y otras alteraciones en el desarrollo de la dentición tienen que ser examinados por el dentista más a menudo (de 2 a 3 veces al año).
¿Qué hacer una vez diagnosticada la enfermedad?
- Seguir una dieta adecuada. Para evitar los problemas de salud dental, las personas celiacas no sólo deben evitar el gluten, sino también reducir al máximo los alimentos con azúcar y ácidos porque facilitan la erosión del esmalte y la caries.
- Mantener una buena higiene dental. Efectuar de dos a tres cepillados al día, después de las comidas principales y durante un mínimo de dos minutos. También limpiar los dientes con hilo o cepillos interproximales al menos una vez al día, por la noche.
- Acudir al dentista. Las visitas de control permiten solucionar a tiempo cualquier alteración dental porque los pacientes celiacos acostumbran a tener más afecciones bucodentales.
Recuerda: Los dentistas pueden jugar un papel clave a la hora de diagnosticar la celiaquía.