
07 Abr Así puedes superar el miedo al dentista
¿Superar el miedo al dentista? El miedo es una sensación que aparece ante la presencia de un peligro, real o imaginario. Es una reacción de desconfianza ante aquello que es desconocido. Y tumbarse en la butaca de la consulta dental despierta ansiedad, inquietud e, incluso, fobia y un pánico incontrolable en algunos pacientes.
Todos sabemos que un tratamiento odontológico no representa ningún peligro para la salud. Al contrario, problemas de la dentadura como la caries o las encías inflamadas, si no se curan a tiempo, ponen en peligro una boca sana. Atrasar sin motivo una visita al dentista puede complicar mucho tu salud oral.
Superar el miedo al dentista
Los principales motivos del miedo al dentista suelen ser el temor al dolor, a repetir una mala experiencia vivida o sentir vergüenza de mostrar una dentadura descuidada. El miedo a las agujas es un sentimiento generalizado en muchos pacientes, a pesar de que con los años se ha reducido el número de personas con odontofobia porque las clínicas y los profesionales se preocupan mucho para que un tratamiento dental sea una experiencia lo más agradable posible.
La empatía, el trato amable y positivo y, para los casos de personas muy nerviosas, la sedación consciente, son herramientas de gran utilidad para los odontólogos para poder llevar a cabo los tratamientos bucodentales sin estrés y en un ambiente de tranquilidad.
¿Qué puedo hacer para vencer la ansiedad al dentista?
Si quieres perder el miedo al dentista toma nota de estos sencillos consejos porque te serán de gran ayuda. El secreto está en ganar confianza para superar la ansiedad.
1. Visita antes la clínica y habla con tu médico de aquello que te preocupa y te inquieta para empezar a prepararte y actuar contra tu odontofobia.
2. Elige una cita adecuada. A primera hora de la mañana te sentirás más relajado.
3. No llegues con mucha antelación y procura estar tranquilo. La espera puede causarte más ansiedad.
4. La primera visita tiene que ser de trámite, con pruebas, limpieza bucal, revisión, diagnóstico…, y no tiene que empezar con tratamientos complejos. Así irás ganando confianza.
5. Pacta una señal con el doctor, un gesto con la mano por si necesitas que pare para descansar o si te sientes incómodo.
6. Controla tu respiración para estabilizar el ritmo cardíaco y relajarte.
7. Puedes pedir escuchar música con auriculares para distraerte y desconectar durante el procedimiento dental.
8. Si aun así no te sientes seguro de estar tranquilo, pregunta a tu dentista por la posibilidad de tomar algún fármaco o de utilizar el método de la sedación consciente. En la consulta te indicarán en qué consiste esta técnica anestésica y te explicarán si está indicada o no en tu caso.